viernes, 16 de mayo de 2008

ESTANDO EN SU BARRIGA CONOCÍ SU CORAZÓN

Una entrevista que comencé hace más de 18 años


Cuando voy a su lado, cogidos de gancho para estar seguros el uno junto al otro, siempre la han confundido con mi novia. Recuerda que cuando pasábamos junto a los moteles y bares que quedaban a tan sólo una cuadra de nuestra casa, nos invitaban a seguir a sus negocios malolientes.

Y es que ella es muy cuidadosa con su apariencia personal, con excelentes resultados pues nadie se imagina que la mujer que sujeto con suavidad de su brazo no es mi novia ni mucho menos mi último “levante” sino que es mi mamá.

Hoy, sentados en su cama, junto a mi papá, mi hermana y ella, en una noche callada en la que no se escucha sino la respiración de cada uno de nosotros, expectantes a lo que serán mis preguntas y aun más de lo que serán sus respuestas, iniciamos nuestra tertulia. Puede que todos conozcamos sus respuestas, pero sin duda nunca nos dejarán de ser nuevas.
Tiene el closet más grande de toda la casa, equiparable solo al de todos nosotros juntos. Esté, lleno de toda su ropa favorita: zapatos, blusas, cinturones, vestidos y todo lo característico de una mujer que luce de marca, pero sin marquilla; al cual no ingresa ni una pulga de lo apretado que esta.

“Una costumbre que siempre he tenido, desde que salí de bachillerato, me han encantado los tacones altos…. Las cosas que más me gusta comprar son zapatos y bolsos…”

Casi nunca tuvo que trabajar al lado de personas holgazanes, hasta que en el 2004 realizó una especialización en la cual se encontró con un personaje que le causó grandes dolores de cabeza, pero que supo manejar de la mejor manera.

“Le dije que las condiciones no nos ayudaban de ninguna forma, era mejor que cada quien hiciera lo que le correspondía del trabajo”

Sin embargo, a sus hijos les tiene consideraciones independientes, pues no era lo mismo aquel personaje, que ya no tenia caso volver a criarle que nosotros, su gran fruto.

“Es más llamar a la responsabilidad y el compromiso, si uno quiere algo en la vida tiene que sacrificar tiempo, esmerarse por aprender pues no todo es fácil en esta mundo que se basa en la competitividad en conocimientos, destrezas y habilidades. Si uno no desarrolla esto se quedará haciendo parte del montón”

Aunque cuando se encuentra regañando a sus hijos, no se le escuchan precisamente palabras de reflexión; sin embargo siempre será de gran valor contar con el consejo de una maestra y mejor aún de mi mamá.

En el compromiso y la responsabilidad queda uno tranquilo. De pronto hay cosas que se le dificultan a uno, es que uno no las puede todas. El objetivo es que uno tenga el esmero y la dedicación por aprenderlas y esforzarse”

Una mujer responsable y cuidadosa con lo que se propone, chiquita pero enorme, con recorrido y sin embargo sin la marca de sus 38 años, ella es Gloria Jeaneth … mi mamá.

No hay comentarios: